Extinción es omitir conductas, es decir no atender a tu hij@ ni hacerle caso mientras su comportamiento o la conducta del momento no sea la adecuada.

No atenderle no significa que nos vayamos del lugar en el que nos encontremos y le dejemos sól@, significa alejarnos de él/ella, incluso podemos salir de la habitación en la que se encuentre llevando a cabo cualquier conducta disruptiva o de llamada de atención, pero sin perderle de vista. Debemos verle sin que sepa que le estamos mirando.

Es muy importante que nunca tengamos contacto visual ni respondamos   verbalmente a cualquier pregunta o provocación que nos haga ya que entonces sabrá que sí que le estamos atendiendo y por tanto mantendrá el comportamiento no adecuado.

Es decir, nos apartaremos de él/ella casi literalmente, le daremos la espalda, aunque sin que vuestr@ hij@ lo sepa, estaremos viéndol@ por el rabillo del ojo.

En el caso de que la conducta llevada a cabo supusiera un peligro para el/la niñ@ o cualquier otra persona que se encontrara en la misma sala, habría que coger a vuestr@ hij@, pararl@ y llevarl@ a otro habitáculo, lugar o rincón donde no peligre su integridad física o de cualquier otra persona o pertenencia y volver a aplicar extinción.

Cuando hablo de correr peligro, quiero decir que esté golpeando un cristal que pueda acabar rompiéndose y por tanto cortándose, subiéndose a una silla próxima a una ventana abierta, lanzando objetos y que haya otra persona cerca, o peligro para una pertenencia, es decir que esté golpeando la televisión o empujándola pudiendo esta caer al suelo desde el mueble en el que se encuentre.

Siempre intentaremos aplicar extinción en un momento y lugar en el que veamos que no habrán conductas que harán correr riesgo la integridad física del niñ@, de otra persona o de cualquier objeto.

Espero que os sea de ayuda este post y si aplicáis esta técnica os invito a que dejéis un comentario contando si te ha funcionado.

Y si tienes cualquier pregunta, no dudes en consultarme.